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martes, 27 de marzo de 2012

mundos imaginarios

Ayer me fui a la cama a las 2 a.m y a las 5:30 a.m conseguí conciliar el sueño. Esto es debido a mi hiperactividad mental nocturna, que no me permite dejar la mente en blanco porque me debo creer un semiDios que va a solucionar el mundo repasando desde mi cama la cotidianidad de nuestras simpáticas vidas. El caso es que cuando conseguí dormirme mi cabeza siguió maquinando oníricamente de manera muy activa hasta las 8 a.m que me he despertado para ir a currar. [Odio madrugar con todas mis fuerzas más profundas]
El escenario de mi sueño era un pueblo en plenas fiestas patronales por el que yo iba paseando y pasándomelo relativamente bien. [Lo que me encanta de los sueños es el mundo imaginario que se crea en tu cabeza, la ciudad inventada de tus sueños]
Ha habido dos momentos clave en este sueño:
1)      Yo estaba coqueteando con un chico y de repente me daba cuenta de que yo no era la yoactual, si no la yo de hace 20 años cuando aún no había llevado mi aparato dental. Por lo que me miraba al espejo y veía mi dentadura desordenada y le comentaba al mozo en cuestión que en 20 años yo tendría unos dientes totalmente perfectos.
He mirado en una página el significado en los sueños de estas cosas:
Soñar que tiene los dientes mal colocados y feos desde siempre, significa que los negocios o el trabajo, le irán cada vez peor. Ocúpese bien de su trabajo.”
“Si sueña que se mira y se ve envejecida o fea, anuncia enfermedad o un episodio de tristeza o depresión.”

Sensacional. Me ha mirado un tuerto. De hecho estoy segura de que en el sueño todos los habitantes del pueblo imaginario tenían que ser tuertos. Pero bueno me permito la licencia de poner en entredicho los contenidos de la página web www.euroresidentes.com donde he mirado esta información. No por nada, pero me gusta creer en lo que me dice la intuición que puede tener algo de cierto. Y como mi intuición es una optimista empedernida me gusta aliarme con ella.

2)  El segundo momento álgido ha sido cuando estaba  esperando a  mi madre, que nos venía a buscar en coche al pueblo para llevarnos a casa a mí y a mis amigas. Cómo mi madre se estaba retrasando me empezaba a poner nerviosa por miedo a que hubiera sufrido un accidente de coche. [Mi madre no conduce por cierto][Y sí, en mi vida real también soy una catastrofista]. Así que durante esta larga y angustiosa espera, tenía a mi lado un chico inventado que me estaba tocando los cojones y he descargado con él una rabia feroz gritándole y diciéndole todo tipo de insultos. Sorprendentemente, él me ha cogido y me ha dado un abrazo para calmarme.

Ha sido un abrazo muy intenso, penetrante. Toda esa relajación que llevaba buscando ansiosamente horas en mi cama despierta, y en mi sueño dormida, la he encontrado en ese abrazo de ese chico desconocido, y realmente he sentido una paz interior inmensa.
Supongo que estaba saciando la necesidad de canalizar mis frustraciones contándoselo a alguien externo, buscando el desahogo más neutro,  la empatía de quién no sabe nada de ti. El consuelo de la comprensión desintencionada que te pueden mostrar personas ajenas a tu mundo. [Este significado me lo curro yo que para eso soy la fuente más fiable de mi misma]

En fin, una noche bastante convulsa. Y ahora llevo una cabeza como un bombo, claro. Por suerte no tengo casi trabajo y puedo dedicarme al blog jiji.

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